Para ser una mujer empoderada, segura de su sexualidad, debemos conocernos y saber qué queremos, qué nos gusta y hasta dónde queremos llegar. En materia de sexo hay un sinfín de temas, en esta oportunidad vamos a partir por el autoconocimiento, descubriremos esas zonas de nuestro cuerpo que si son estimuladas generan una respuesta de placer y excitación sexual, las llamadas “zonas erógenas”.
Toda la piel tiene terminaciones nerviosas; sin embargo, algunas partes tienen mayor sensibilidad, y por lo general, se genera esta sensación de placer en la mayoría de las mujeres, hablamos así de los labios, el lóbulo de la oreja, el cuello, los pezones, el ombligo, el clítoris, los labios vaginales, la entrada de la vagina, entre otras. Estas se estimulan ya sea al tacto, con manos, labios o también pueden reaccionar con elementos como cubos de hielo, aceite para masajes tibios, etc. Recuerden que estas zonas no funcionan como zonas erógenas para algunas mujeres, ya que existen preferencias personales, por lo que es normal que no sientan tanto placer en zonas que la mayoría si disfruta, o que tengan sus propios puntos más sensibles. Si quieren saber cuáles son sus zonas erógenas y las de su pareja, la invitación es a explorar todo el cuerpo para descubrirlas.
En esa misma exploración de su cuerpo, de manera individual o compartida, puede haber una respuesta a la estimulación placentera y persistente, sobre todo si se realiza en la zona de los genitales, hablamos del “Orgasmo”. A nivel concreto se producen por la contracción del piso pélvico que, tras acumular tensión, se relajan librando endorfinas y placer. Todas las mujeres sanas que conocen su cuerpo, que saben lo que les da placer pueden tener orgasmos, lo que no significa que cada vez que se autoexploren (masturben) o tengan relaciones sexuales los tengan, influyen factores psicológicos, emotivos o de salud que pueden dificultar la llegada del orgasmo.
La invitación está en pie….
Conozcan su cuerpo, explórenlo solas o inviten a su pareja, es la mejor forma de iniciar el camino de la sexualidad plena.
Verónica Banda
Matrona Hospital San Camilo