Dicen por ahí que el amor duele, pero la verdad es que no estoy de acuerdo… Mis propias experiencias me han llevado a darme cuenta que cuando duele, lo mejor es alejarse aunque sea difícil…
En el caso de las relaciones violentas, los golpes y maltratos van de la mano de un proceso de reencantamiento conocido como “luna de miel”, donde es todo amor, regalos y promesas de “nunca más” que efectivamente nunca se cumplen, y en las que muchas mujeres creen y confían una y otra vez en que “esta vez será diferente, él dijo que iba a cambiar”.
Por eso mis amigas, no crean que porque la campaña #NiUnaMenos fue un éxito, la violencia contra las mujeres se acabó. Esta semana dos nuevos femicidios han ocurrido y es necesario que todas estemos atentas a las señales frente a un posible agresor:
El agresor es un hombre por lo general inseguro de sí mismo, que presenta dificultades para resolver conflictos, y que no confía en las personas. Tiene una baja autoestima, lo que genera en él una gran frustración que luego conlleva a la agresividad e impulsividad.
Por otra parte, son personas que necesitan dominar a los demás, mostrándose celosos, machistas y controladores de sus parejas, por lo que sienten una gran inseguridad cuando la mujer es exitosa. De esta forma, la autonomía de la mujer lo descompensa y trata de que dependa lo más posible de él como una forma de control que ellos maquillan como protección: “para qué vas a salir, te puede pasar algo”, “si necesitas comprar algo dime y yo te lo traigo”, etc.
Creen que controlar a sus parejas los hace más machos y más fuertes, por lo que si su pareja los hace ver débiles o cuestiona su autoridad, ejercerá violencia. Tienden a interrogar a la mujer cuando sale, a los hijos, las vigilan o las siguen, y además, muchas veces tienden a mostrarse como una persona totalmente diferente frente a las demás personas, lo cual en muchos casos desacredita la denuncia de la mujer, “porque
cómo ese hombre tan bueno va a ser capaz de hacer esas cosas?”.
Tenemos que cuidarnos, tenemos que protegernos y tenemos que saber cuándo en nuestra relación estamos viviendo violencia. No le bajemos el perfil a la intención de control, a que él quiera elegir cómo te vistes, a que quiera saber dónde y con quién estas a cada momento, a que te obligue a tener relaciones sexuales, a que te menosprecie y que te humille…
¡Protégete!
¡¡Protejámonos!!
¡DENUNCIA!
Alma Carvallo Araya
Psicóloga
Fotografías:
http://lachachara.org/2014/11/dia-de-la-eliminacion-de-la-violencia-contra-la-mujer/
http://tejiendoypensando.blogspot.cl/2012/11/dia-internacional-contra-la-violencia.html