Tanto hombres como mujeres, han sufrido por estar totalmente atado a otro, sentir que no se puede vivir sin él o ella y que al parecer todo muere ahí!!!! Y ojo! Que no me refiero sólo a una persona, cuando hablamos de esta “atadura” también hablamos de objetos, animales, ideas, etc. Cuando hablamos de este apego o dependencia emocional, podemos citar a Riso, psicólogo, quien explica que “el apego sentimental es un vínculo obsesivo por una persona, objeto o idea. Se basa en cuatro falsas creencias: que algo o alguien te va a hacer feliz, te va a dar seguridad, dará sentido a tu vida y que será permanente.”
A partir de esta identificación vamos a ir mirando a nuestro alrededor y encontrar distintos tipos de apegos, algunos de estos son seguros y nos permiten disfrutar la vida, somos capaces de decir “si lo tengo bien, y si no, también”, cuando podemos expresar esto sin sentir que se nos aprieta el pecho o nos duele el alma, es porque podemos tener apegos sin dependencia.
Depender de algo nos crea estar en una “prisión” donde todo ronda en torno a esto, implica una necesidad física, afectiva, emocional y en ocasiones económicas, donde no somos capaces de ver una salida, comprendida entonces, en una falta de amor propio, baja autoestima, inseguridad y desapego a nosotras mismas.
Es importante ir identificando en nuestro diario vivir qué “necesitamos” para ser o estar felices:
¿necesitamos siempre un amigo/a para salir? ¿Necesitamos una pareja para estar “completas”? ¿hemos cambiado algunas actitudes o conductas propias por otros? ¿Tenemos en algunas ocasiones el sentimiento de culpa por no ser como quieren que seamos? ¿Dices que sí a todo?
Si a algunas de estas preguntas las respondes de forma afirmativa, es momento de empezar a hacerte cargo de esto y empezar a soltar!!! No “necesitamos” a nadie ni nada, debemos ir pensando en cambiar nuestro vocabulario y ocupar el “prefiero”, por ejemplo: «prefiero estar hoy contigo, porque yo lo elijo».
¿Qué debo hacer?
Hazte cargo, sí, dejar de culpar a otros y comenzar a hacerte responsable (sin culpa).
Poner límites, empezar a decir que no, ser honesta contigo misma y responder desde el corazón.
Tomar decisiones, hacer cambios, esto nos permitirá ir buscando pequeñas cosas que no nos atrevíamos a hacer y que podemos empezar a experimentar (sin esperar la aprobación de otros).
… y lo más importante, DISFRUTAR!! Pero este disfrutar, es con nosotras mismas, pasar tiempo solas, conocernos, salir, conocer lugares nuevos, regalonearnos sin depender de otros.
Cuando empezamos a avanzar y tomamos esta decisión, quizás nos demos cuenta que no podamos hacerlo solos, buscar ayuda no es signo de fragilidad, es momento de soltar el control de todo y permitir que alguien nos apoye y nos acompañe en este camino.
¿Y tú….. qué quieres soltar?
Natalia Inés Araya Olguín
Psicóloga Clínica Infanto Juvenil
Terapeuta Floral de Bach
Contacto: narayaolguin@gmail.com