Mis queridas, ya estamos en la semana del amor y conceptos de amor van y vienen por todos lados, tiendas, la tv, los diarios, las redes sociales, radio etc. no hacen más que recordarnos que el día de los enamorados es para celebrar a nuestra media naranja.
Cuando vi en tantos lugares este concepto me pregunté de donde venía todo esto, algo así como curiosidad de si había una historia detrás de esto y sí!!!! En toda mi búsqueda encontré que tiene un origen, y les doy una pincelada de historia, esto se origina de Platón y su obra, en donde cuenta que la raza humana era casi perfecta, en donde estábamos creados e
n formas redondas, colocados en círculo todas las extremidades, todo perfectamente semejante, con cuatro brazos y piernas… y miren con lo que me encontré; estos seres podían estar compuestos por hombre/hombre, mujer/mujer, mujer/hombre. Toda esta unidad “casi” perfecta le permitía tener una gran fuerza para luchar con los dioses, ante esto, Júpiter quiso separarlos en dos … sin embargo, esa fuerza y energía que los mantuvo conectados, generaba que cada mitad hacía su mayor esfuerzo en encontrar a su otra mitad. Como vemos, en esta historia de amor, lo refleja como esa necesidad de encontrar al otro, esa fuerza interna qué, para estar completo necesitamos encontrar nuestra media naranja.
Si bien la historia es bien bonita y lo que más me gusta es que no distingue de género, da cabida al amor en todo su sentido; me genera cierto conflicto cuando entiendo que el amor por el otro, parte primero por encontrar el amor por nosotros mismos, y cuando lo encontramos ya no somos una mitad de nadie, sino que somos una naranja completa.
En nuestra sociedad desde pequeños nos han llamado a encontrar esta media naranja, a que no seremos mujeres u hombres completos si no tenemos a un “otro” al lado, que deberíamos encontrar a alguien que nos “complemente” y ahí es cuando pierde para mí todo el sentido la media naranja, incluso me acuerdo de una canción que cantaba y bailaba, hasta con coreografía… “tú mi complemento, mi media naranja, yo te quiero sin cruzar palabras, si esto no es un sueño, eres mi otra mitad…” sí!, es de Fey y se me cayó el carnet.
Pero volviendo a lo que nos convoca, ahí me di cuenta que todo esto parte un poco mal, que es casi una búsqueda desesperada de este otro, el pensar qué quizás a estas alturas donde se encuentre: o muy muy lejos o más cerca de lo que pensamos.
Cuando pienso en todo esto, viene a mi memoria la frase, y cito a un grande, John Lennon, que cuando habla del amor tiene mucho que contar y demasiado que inspirar, una de mis favoritas
es, y la comparto con ustedes… “Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos co
ntaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.” Cuando leo esto, una y otra vez le encuentro sentido a la forma en la cual nos han enseñado a amar, siempre en primer lugar a otro olvidándonos de nosotras mismas, de conocernos, aceptarnos, querernos y disfrutarnos por completas, sin esperar que venga otro a salvarnos, tal cuento de caballeros y princesas.
Dentro de las historias que escucho a diario de quienes asisten a consulta por problemas de pareja, muchos tienen que ver con esto, con exigir al otro lo que nosotros no tenemos, y el primer pasito… a pasito es ir conociéndonos desde la individualidad, amarnos y aceptarnos, y luego viene esta misma tarea con el otro, sin abandonar nuestra esencia.
Chiquillas, este amor sólo es uno de tantos que podemos tener, este corresponde al llamado amor romántico, ese que concibe esta idea idealizada, pura, universal, eterna y a veces irracional, que acepta y permite todo viniendo de este otro, muchas veces justificando incluso conductas dañinas, es la forma en la cual la pareja y la familia es la única que tiene sentido. El amor tiene muchas aristas, si hasta la biología nos dice que es una interacción entre ferormonas y oxitocinas y otros que no es más que un instinto de supervivencia que nos ha hecho evolucionar a seres más sociables. Y aquí podría empezar a mencionar todos los otros tipos de amor que podemos tomar, el amor de padre/madre e hijos, de hermanos, el amor de abuelos, el amor de amigos etc. Pero volviendo al amor y la media naranja, a lo que voy en estos días de tanto amor y corazones, y ositos y fotos etc. Es a esa necesidad que hemos tenido de completarnos, y por tanto, si esto no existe sentirnos vacías, sin embargo, es importante que más temprano que tarde empecemos a mirarnos y enseñar a las nuevas generaciones que ya estamos completitas, que somos lo suficiente para nosotras, que nadie va a venir a cargar el peso de completarnos algo que sólo podemos encontrar en nosotras, y ninguna mujer tiene tampoco esa misión en la vida, de ir a solucionarle ni llenarle la vida a ningún hombre. La vida tiene sentido desde mucho antes, desde el momento en que somos capaces de mirarnos al espejo y vernos, reconocernos con todo lo que tenemos, lo que nos gusta y lo que no nos gusta, porque ahí logramos estar enteras. Bienvenidas al amor por completas, sin vacíos, sin necesidades, sólo nosotras!!!.
Natalia Inés Araya Olguín
Psicóloga Clínica Infanto Juvenil
Terapeuta Floral de Bach
Contacto: narayaolguin@gmail.com