Un hombre y una mujer encerrados en un ascensor, la mujer se está empezando a poner hot y dice: – ¡¡Hazme mujer!!
El hombre se desabrocha el botón de los pantalones, se quita el cinturón, se los baja y entrega: – Plánchamelos
¿De verdad me tengo que reír?
Cuántas veces hemos escuchado chistes como este o frases como: «Maneja muy mal, tenía que ser mujer», «No creo que estés apta para ese cargo», «La mujer debe estar en casa cuidando de sus hijos», «¿Y tú para cuándo te piensas casar?» y un montón de comentarios retrógrados con lenguaje sexista, incluso de boca de mujeres. Estas situaciones son llamadas micromachismos, conductas de pequeña violencia que vivimos en el día a día y pasan desapercibidas, porque se encuentran normalizadas por la sociedad, logrando así perpetuar el machismo, que el hombre mantenga su poder, acentuando la desigualdad que existe entre los diferentes sexos.
A todas nos ha pasado alguna vez: amigas, primas, mamá, hermanas, vecinas….ninguna se salva. La publicidad también estimula estas conductas. Por eso quiero invitarlas a empoderarse de sus vidas, a no sentirse intimidadas por ningún tipo de situación que nos aminore, menos callar ante bromas que pueden herirnos. Las palabras crean realidad. ¿Quién no ha tenido alguna pareja o pinche que nos ha dicho: «déjame que tú no sabes» y ojo ahí, porque si es reiterado lo terminamos por creer y dejamos de hacer cosas, nos sentimos inseguras.
El otro día estaba en un carrete y un grupo de hombres veía fotos de mujeres desde Facebook, analizando si estaban a su parecer «bien, mal o más o menos» y luego uno de ellos dice en forma irónica: «Shhh cuidado que podemos aparecer en el blog de mujeres», Sí amiguito, apareciste en el blog, pero por ejemplo de ese hombre que no queremos, porque esto señores no es en contra de los hombres como piensan algunos, ya que también he conocido caballeros a favor de nuestra causa, con valores como la empatía y los pantalones muy bien puestos a la hora de respetarnos. Yo al decir lo que pienso obviamente soy la cuática, porque sí, así nos llaman la mayoría del tiempo a las mujeres que tenemos opinión. Lo mismo sucede cuando nos enfrentamos al acosador callejero ¿Qué te hace pensar que quiero tus piropos? ¡En serio no! No porque me creo rica, pero en serio ¡BASTA! ¿Qué te hace sentir con el derecho de?
Estamos en una sociedad patriarcal, donde las mujeres NO tenemos derecho a: tener pelos, llorar, enojarnos, engordar, envejecer, tener arrugas y canas, a no saber cocinar o hacer aseo, a pinchar y acostarnos con muchos hombres, a no querer tener hijos o pareja, porque nos criamos en la sociedad del príncipe azul, donde él debía ser quien nos rescataba y salvaba del castillo, y yo realmente así lo creía tontamente en mi adolescencia o hasta hace muy poco jajaja, pero con los años me he descubierto y lo sigo haciendo gracias a la cercanía de tantas mujeres potentes que han sido mis maestras y ha sido fabuloso. También era de las que tenía conflictos con otras mujeres por un hombre (pero me sané ¡ALELUYA SEA DIOS! ajjajaja), porque ya no siento que debo ser salvada por nadie, ni que me deba respetar o amar validándome a través de un segundo. Al contrario, he salido a conocer el mundo, buscar riesgos, también me he caído y he hecho catarsis escribiendo, el crear empatía conociendo mujeres y nuevas historias, donde hay otras protagonistas grandiosas que quieren y buscan cambios y eso me mueve el alma.
Recuerdo haber tenido algún hombre que me dijera: «No uses mucho escote que estarán mis amigos», «No tanto maquillaje que pareces puta po Cami», «Y tú… ¿Para quién vas tan arreglada?». Hey wachito, no me visto para provocarte, tampoco me maquillo para ti si con suerte conoces la diferencia entre un smokey eyes y un cat eye y tercero mi vida ya no gira en torno a ti…. ¡Reacciona! No por rechazarte me creo rica (como muchos dicen «ay la weona se cree rica ahora»), simplemente: cuando digo NO ES NO. Porque no quiero no más. En una sociedad patriarcal que nos impone labores y banderas que muchas veces no queremos llevar es importante que empecemos a alzar la voz.
Por eso chiquillas todas juntas gritemos NO al chantaje emocional, NO al aislamiento, NO a la anulación de nuestra esencia femenina, NO al control. Dejemos atrás nuestras culpas adquiridas y seamos MUJERES LIBRES, LINDAS Y LOCAS.
¡SE FUERTE…… COMO UNA CHICA!
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Por:
Camila Cruz
Periodista – Directora Nosotraselblog
