
23 febrero,2017
Procrastinación: “Mejor lo dejo para mañana…”
by Camila Cruz

23 febrero,2017 - Sicología
Procrastinación: “Mejor lo dejo para mañana…”
Mirando mi escritorio me encontré con una pizarra llena de post it; sí, soy adicta: de muchos colores y formas, agreguémosle destacadores de todo tipo con cosas pendientes que no he hecho… Cuando veo todo esto me genera ansiedad, impulsividad de empezar a hacer todo y luego nada, y es ahí donde digo: es mejor dejarlo para mañana…
¿A quién no le ha pasado esto? ¿Cómo está nuestra agenda con pendientes? ¿Cómo está el lavaplatos con cosas acumuladas? ¿O el cesto de la ropa sucia? ¿Pusimos fecha para comenzar el gimnasio?
Esto se considera un problema de hábitos y autorregulación, su nombre técnico es procrastinación, que refiere a posponer una decisión, estando concientes que actuamos en contra de lo que nos conviene. Esto se refleja en conductas en donde al ponernos frente a una tarea contamos con mucho tiempo, pero no nos implicamos en esta, luego nos podemos distraer con cualquier cosa, entonces el tiempo va pasando y cada vez nos queda menos, luego surgen los plazos y debemos terminar esta tarea, genera mucha preocupación y ansiedad; sin embargo, en vez de ponernos en marcha, volvemos a hacer lo mismo, hacemos otras cosas sin importancia, como ordenar la habitación, terminar un libro, mirar fotos, leer conversaciones etc. Y listo!!!!
No hay plazo que no se cumpla…. llega el momento de hacer la tarea, y claro, ya el tiempo no es el mismo y sólo haremos lo que “debíamos” hacer, y probablemente no cumpla con nuestras expectativas y sólo “cumpliremos” con hacerlo.
¿Qué consecuencias trae?
El aplazar las tareas y no hacernos cargo de estas se asocia a estar proclives a enfermarnos, generar trastornos ansiosos, mayor nivel de estrés, alteración del ánimo y del humor, estamos mucho más irritables con pensamientos disruptivos y deambulantes que disminuyen nuestra concentración. También generará problemas en nuestra autoestima, baja tolerancia a la frustración, bajo autocontrol, incapacidad de dar respuesta como desearíamos, inseguridad en otros aspectos de nuestra vida y sentimientos de culpa. Todo esto conlleva a generar un alto precio personal, en donde la acumulación de tareas y responsabilidades afectará la carrera, la educación, las finanzas, el autocuidado, la salud, relaciones personales con amigos, familia y la pareja y la capacidad de ser felices aquí y ahora.
¡Inténtalo ahora!
- Identifica prioridades, resuelve las tareas en el momento
- Establece lista de objetivos alcanzables
- Piensa en los motivos y en las consecuencias de cada tarea
- Se disciplinada, la perseverancia genera hábitos
- Toma pequeños “recreos” en tus tareas
- Reestructura tu vida, baja la ansiedad y se menos impulsivo, no te comprometas a más de lo que puedes.
Por:
Psicóloga Natalia Araya O.
narayaolguin@gmail.com