Les voy a contar sobre una serie que esperaba su estreno con ansias y de pronto vi en las redes sociales que varios estaban ya viéndola el fin de semana, y como soy un poco…sólo un poco ansiosa, la comencé a ver en cuanto pude, aprovechando el fin de semana largo, y bueno… ¡vi la temporada completa!
“Atypical” es una serie de Netflix estrenada el recién pasado 11 de agosto, que tiene como fin mostrar una historia adolescente, protagonizada por Sam Gardner de 18 años, que es un chico con TEA (trastorno del espectro autista) cuya cualidad es que es bastante funcional, asiste a escuela pública, tiene un trabajo después de clases y es independiente en la mayoría de sus actividades. La serie en su primera temporada (espero que no sea la única) consigna ocho capítulos de 35 minutos app, por lo que facilita bastante el seguir la historia y te lleva a distintos estados emocionales desde el primer momento, logrando ese deseo de verla completa (maratón).
La historia se da en el siguiente contexto: Sam, el protagonista, vive con su familia, compuesta por su madre Elsa, quien ha dedicado su vida al cuidado de su hijo, siempre con el temor de que algo le pueda pasar y ha postergado su vida. Su padre Doug, que se mantiene un poco alejado de la crianza y cuidado de sus hijos. Casey, su hermana menor, es quien ha asumido los cuidados de Sam fuera del hogar, lo que ha llevado a que tenga un rol secundario dentro de la familia, por lo que se ha visto desplazada, toda la atención se la ha llevado su hermano.
La historia tiene un sentido romántico, propio de la edad del protagonista, quiere tener una novia, sí, irá en búsqueda del amor, y ya sabemos que eso para todos es bastante difícil, veremos entonces cuanto más difícil es para él, porque nadie es normal en estos asuntos. Sam nos muestra su perspectiva del amor, de cómo debe ser esta persona, cómo elegir la persona para amar, un amor real. No es fácil enfrentarse a este desafío, pero desea y pone todo su esfuerzo en salir de esa zona de confort, esa de la que todos tememos salir, pero él es perseverante, atrevido, valiente y por sobre todo honesto, claro, estas son algunas características que son propias del trastorno, de la forma en la cual se relaciona, pero no es menor para poder atraer a alguien y que esa persona logre verlo, aceptarlo y amarlo como es… y ahí me quedaré… no contaré más, porque lo que pasa es mejor verlo con nuestros propios ojos.
Voy a dar mérito a su terapeuta Julia, que si bien hace su trabajo, logra conectarse con Sam y lo impulsa a vencer sus miedos, mismo rol que tiene Zahid, su amigo y partner en esta aventura, él nos aportará los momentos graciosos de la serie.
Para finalizar diré que me quedo no sólo con la mirada del amor, sino también, con las enseñanzas: la importancia de la familia, de las redes sociales, de la forma en que enfrentamos cada desafío, el valor de la amistad y por supuesto que nos regala y enseña la genialidad de cómo ve el mundo. Sam y su historia nos dejan también un desafío, la tarea de hacernos cargo del rol que tenemos nosotros en la sociedad para lograr la valoración de la individualidad y por sobre todo el respeto y la inclusión.
Por mí, seguiría escribiendo de muchos temas más que valen la pena destacar de la serie, pero esta vez prefiero invitarlos a verla, a conectarse con la vida, a mirar desde otro lugar lo que vemos todos los días, y por sobre todo…. a disfrutar de lo maravilloso que es Sam.
Trailer:
https://youtu.be/yVXnZ-jOoJ0
Por:
Natalia Araya
Psicóloga