Según la encuesta realizada por GfK Adimark junto a Entel (2016) refiere que la mayoría de los chilenos hoy mantiene una relación dependiente a los smartphones, interfiriendo muchas veces en sus actividades de la vida diaria, relaciones sociales, laborales y actividades que son para compartir con otros, cara a cara.
“Más de la mitad del total de la muestra prefiere que se le queden las llaves en la casa antes que el teléfono móvil y en caso de que se les quede en casa, casi el 60% se devolvería a buscarlo” y respecto de esto, la directora de comunicaciones de GfK Adimark, Catalina Correia, explicó: “Vemos que en la mayoría de las preguntas del estudio, las mujeres aparecen con una dependencia mucho mayor de sus teléfonos móviles. Esto puede deberse a que, en general, las mujeres somos más comunicativas y es importante para nosotras poder mantener un contacto cotidiano con todas esas microcomunidades o microentornos que forman parte de nuestra vida: nuestra pareja, nuestros hijos, los apoderados del colegio de los niños, la familia extendida, la gente de la oficina, las amigas de la vida, por nombrar sólo a algunas. Sin embargo, los datos son un llamado de atención importante. Hay que preguntarse si tiene sentido estar tan preocupados de mantener un contacto o vínculo con quién está detrás del teléfono en desmedro de las personas con las que estamos frente a frente. Creemos que la respuesta es no”.
Sin lugar a dudas este problema se ha implantado en nuestra sociedad actual, adultos, jóvenes y niños mantienen constantes conducta que dan cuenta de esta ansiedad frente a la pérdida de su teléfono, el no poder funcionar sin él. Especialmente las generaciones de “nativos digitales” que son quienes han vivido desde su nacimiento rodeados de tecnología.
La nomofobia en sí, se trata de un trastorno que vive un gran porcentaje de la población sin saberlo, es el miedo irracional a estar sin teléfono móvil, El término proviene del anglicismo “nomophobia” (“no-mobile-phone-phobia”). La dependencia al dispositivo electrónico genera una infundada sensación de incomunicación en el usuario cuando este no puede disponer de él, bien porque lo haya dejado olvidado en casa, bien porque se haya agotado su batería o esté fuera de cobertura.
Síntomas:
- Sensación de ansiedad
- Taquicardias
- Pensamientos obsesivos
- Dolor de cabeza
- Dolor de estómago
¿Qué hacer?
Ante estas situaciones, reconociendo estos síntomas, lo principal es hacer consiente cuánto de nuestra vida dejamos a un lado para estar conectados con otros en otros lugares, entendiendo que frente a nosotros tenemos amigos, familia, amigos, compañeros de trabajo, pareja etc. y no estamos disfrutando de esta ventaja de poder comunicarnos mirándonos a los ojos, sintiéndonos, estableciendo una comunicación no verbal importantísima. Por esto, es necesario comenzar a priorizar esta actividad y comenzar con el autocontrol, restringir tiempos y lugares de uso, manejar la ansiedad, respirar profundo, centrar nuestra energía en el aquí y ahora.
En las familias también es importante promover espacios de comunicación directa, en las horas de comida establecer el no uso del celular, en las cenas, en las reuniones sociales y claramente esto parte con el ejemplo, el principal generador del cambio somos nosotros mismos.
Fuente: http://www.innovacion.cl/2016/01/nomofobia-en-chile-estudio-revela-adiccion-al-uso-del-celular/
Por:
Natalia Araya
Psicóloga Nosotraselblog