Maridaje de Semana Santa: Vino blanco, pescados y mariscos

Este mes implica una serie de cambios y desafíos que se hacen extenuantes y comenzamos abril muy cansados, por lo que Semana Santa y estas pequeñas vacaciones nos vienen como anillo al dedo. Antiguamente las familias comían pescado, porque es una carne blanca y económica, viviendo así la austeridad desde la alimentación. El panorama hoy en día ha cambiado y comer pescados en Semana Santa es una tradición arraigada en la familia chilena.

¿Da más resaca el vino blanco? NO. Según un estudio de la Universidad de Brown, Estados Unidos, los alcoholes con mayor carga colorante provocan más resaca, esto provocado por metabolitos secundarios de la fermentación llamados “Congéneres”, los que se asocian a compuestos fenólicos de color, aroma y otros.

Vino blanco y sus maridajes ideales:

Chile, rico en producción de pescados y mariscos, salvo en épocas de marea roja o veda. Según estudios realizados en el Terminal Pesquero Metropolitano, la reineta es la reina de la mesa chilena, ya que es un pescado exclusivo de nuestras costas, su carne es firme y permite cortarla en filetes, los cuales suelen ser preparados a la plancha o fritos. Su sabor es suave y es un pescado magro (bajo en grasas, con ≤3% de grasas), por lo que debemos maridarlo con un vino que potencie este sabor, esto lo podemos encontrar en vinos blancos jóvenes, frescos y frutales como un Sauvignon Blanc. Este clásico de las mesas chilenas, se establece en zonas costeras o cercanas a la Cordillera de los Andes, ya que necesita un clima frío para expresar su acidez y aromas. Su aroma recuerda a frutos cítricos como la manzana verde o pasto recién cortado, en su sabor predominan los ácidos, que nos recuerdan al pomelo rosado y con un final ligeramente picante. Su color amarillo verdoso, muy claro, su servicio se hace entre 8° a 10°C.

Otro grande de la mesa chilena, es la Paila Marina, este plato “levanta muertos”, es ideal para animar a cualquiera que venga de una noche de juerga o, simplemente, si queremos reponer las energías que nos ha arrebatado marzo. Los Mariscos de concha poseen altas cantidades de hierro, lo que nos ayuda a un crecimiento apropiado de las células del cuerpo y el mantenimiento de una buena salud.

La Paila Marina, tiene una gran variedad de mariscos, lo que le da un sabor intenso, es por esto que necesita un vino blanco más maduro y potente como el Chardonnay del Valle del Aconcagua. La temperatura de servicio va desde los 8° a 10º C. , esto le permite al vino destacar sus aromas y sabores. Los Aromas característicos de esta cepa, establecida en climas cálidos como los del Valle del Aconcagua, recuerdan frutas tropicales como mango, piña y plátano, entre otros. Su sabor es balanceado, no es particularmente ácido y tiene una duración extensa en la boca. Su color va desde el paja pálido hasta el dorado (en general los con guarda en barrica llegan a este color).

Más allá de lo rico que podamos comer y tomar este fin de semana, más allá de la religión que profesemos, incluso si somos ateos, politeístas u otro, reencontrémonos con nuestros seres queridos, y hagamos de esta conmemoración católica una instancia para compartir entorno a una mesa o cualquier lugar.