Iniciar un tema de esta complejidad es muy delicado, por eso no debemos taparnos los ojos frente a una realidad que ha existido, si bien aún es visibilizada, principalmente a nivel hospitalario, ha descendido considerablemente en cifras en los últimos años. Con orgullo como matrona uno escucha la satisfacción que vivió una madre por su parto en un hospital público. Sabemos que existen falencias y debemos mejorar y hacernos cargo de nuestro rol profesional en la vida de las mujeres.
Es necesario pensar y definir qué es la maternidad, para cada mujer, familia y para Chile. Nosotras tenemos un organismo regulador que es el Ministerio de Salud, que a través de diversos programas rige nuestro actuar en esta área puntual, donde existe el sistema Chile Crece Contigo, y en estas prestaciones se ha dado principal énfasis en la humanización del parto, existen manuales, guías, actividades desde atención primaria (consultorios), en donde se va educando y empoderando a las usuarias, en su proceso, además que con conocimiento, ellas saben desde antes a lo que se enfrentan en un parto, y cómo tratar de manejar el dolor.
Desde la información y formación hacia el equipo de salud, el Minsal ya hace un par de años, ha generado material y capacitaciones, para empoderar en este proceso de la humanización real del parto, en donde como funcionaria de la salud coloco a disposición mis conocimientos al servicio de las mujeres. Muchas veces cuando se habla de esta violencia, nadie considera las condiciones en que se está trabajando, que puede ser: con una mayor cantidad de usuarias, frente a la cantidad de funcionarios, y esto provoca un correr más frente a las acciones y comenzar a mecanizar los procesos, aunque NO JUSTIFICA en ningún caso un maltrato, una mala respuesta. Lo que se debe considerar que quienes trabajan son personas, igual que todos, con vivencias personales y si las condiciones laborales no son las mejores se hace dificultosa la forma en que se desempeñan, pudiendo dedicar menos tiempo de calidad a cada usuaria. En los últimos años, en los sistemas públicos se ha trabajado bastante en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, y esto hay que reconocerlo y destacarlo.
Cuando uno habla con las usuarias ellas señalan que antiguamente el maltrato era parte de la maternidad, actualmente esos comentarios han cambiado, si bien existen situaciones puntuales donde vuelve a aparecer, se reconoce que no es de parte de todo el equipo de funcionarios donde se presentan un trato poco digno o indiferente. Actualmente lo que uno escucha es la forma distinta en que logran vivir sus procesos de manera acompañada y orientada. Es importante destacar que los cambios se han estado generando hace bastante tiempo, también hay que reconocer que esto es dinámico, el trato digno y con respeto, no se nos puede olvidar hacia ninguna de las partes, ni de funcionarios a usuarias, ni al revés.
Debemos hacernos cargo de la forma en que ejercemos nuestras profesiones, en el área de la salud el centro es el usuario, y esto es algo en lo que se trabaja día a día, esperamos que cada vez sean menos las ocasiones en que se vulneren derechos, y que esto se vaya frenando a tiempo, para que no afecte a nuestras familias y a nuestra sociedad.
Como Matrona, hablo desde la arista que nuestras atenciones generan improntas en los eventos que viven nuestras usuarias, y esto lo intento plasmar en cada atención que entrego, se que muchos y muchas de mis colegas, también así como los equipos que nos acompañan, el trabajo es a diario, aunque la idea es siempre mejorar.
Nos leemos,
Alejandra Castro
Matrona