Cada vez es más reconocido el rol que cumple la autoestima en nuestro bienestar. Cuando buscamos ser más felices o desarrollar cierta paz interior, es indispensable cuestionarnos en algún minuto, acerca del amor que profesamos hacia nosotras mismas.
Durante nuestros primeros años de vida, se va construyendo nuestra autoestima, a medida que nos vamos vinculando con el mundo y nuestros seres cercanos. Del vínculo con los padres, la relación de apego con nuestra madre y primeras experiencias en sociedad, se va formando nuestro propio auto concepto. De niñas somos muy vulnerables a los afectos, actitudes y opiniones del resto, como también de los estereotipos sociales de nuestra cultura.
Al crecer, nuestra autoestima ya construida nos da la pauta de cómo nos relacionamos con la gente y con nosotras mismas. La autoestima influye en distintas áreas del ser humano, como por ejemplo: cómo nos sentimos en el entorno laboral, en la relación con la jefatura, en nuestra relación con el cuerpo, la alimentación, sexualidad, entre otras.
Veamos estas cuatro claves, que Psicología Holística presenta para construir una sana autoestima:
- Autoconcepto: ¿Cómo se trata usted a sí mismo?, ésta es una buena pregunta para comenzar a entender este concepto. Aprendimos de como nos enseñaron en la infancia, a castigarnos cada vez que “hacíamos algo mal”. Lo malo de esto, es que muchas veces nos castigamos en exceso y solemos ser nuestros mayores verdugos. Si pudiésemos entender que equivocarnos es parte de lo esperado, y que incluso son esas equivocaciones, las que nos brindarán las mayores oportunidades de crecimiento, podríamos ser más amables y flexibles con nuestros procesos. No podemos ver sólo lo malo en nosotros, debemos ver nuestras virtudes y cultivarlas, ya que somos seres únicos y cada uno posee virtudes que lo hacen un ser auténtico y perfecto. Amarnos la mayor parte del tiempo será nuestra mejor brújula ante la vida.
- Autoimagen: ¿Qué piensas cuando te observas a ti mismo/a frente un espejo?, seguramente todos tenemos algo de nuestro cuerpo que nos gustaría cambiar, o quizás te encuentres totalmente a gusto con tu imagen, cualquiera sea el caso podemos reconocer que en nuestra sociedad existen ciertos estándares de belleza, que nos afectan e influyen por igual. Casi inconscientemente, nos comparamos con lo que en la actualidad se considera como bello. Es tan importante que entendamos que estos estándares son solo eso, “los estándares de moda”, ya que estos han cambiado a lo largo de la historia. La belleza es algo subjetivo y no existe un criterio universal, podemos decidir nuestro propio concepto de belleza. Es crucial gustarse a sí mism@ y hacerlo con completa actitud. Para construir una sana autoimagen debemos ocuparnos en resaltar y cultivar todo aquello que nos gusta de nuestra imagen, como descartar aquellos criterios estrictos y evitar caer en perfeccionismos. Recuerda que cuando hablamos de amarnos y aceptarnos, es con TODO lo que somos.
- Autorreforzamiento: ¿En qué medida te premias o te gratificas? A lo largo de nuestra vida hemos ido superando obstáculos y logrando metas que nos hemos propuesto. A su vez, en el día a día, vamos logrando cosas, estos logros, por muy pequeños que se vean frente a nuestros ojos de verdugo, son importantes. Si nunca nos premiamos, si no nos expresamos afecto y dedicamos tiempo, nuestra autoestima jamás sanará. Los mismos elogios que decimos a nuestro entorno, podemos decírnoslos nosotros mismos, especialmente cuando creemos lo necesitamos o merecemos. Complacernos, premiarnos y elogiarnos cuando lo merecemos es emocionalmente inteligente de nuestra parte, y lo merecemos!
- Autoeficacia: ¿Cuánto confiamos en nosotros?. De esto trata el concepto de auto eficacia, de creer en nuestras capacidades para lograr lo que nos propongamos. La negatividad y la duda más de alguna vez nos ha atacado directamente y es precisamente ahí cuando debemos recordar lo mucho que hemos logrado y lo capacitado que estamos para llevar a cabo nuestras metas. Debemos al menos intentar ir por lo que queremos, ¿qué es lo peor que puede pasar?, que lo intentemos y aprendamos de esa experiencia, es decir nada malo. Recordar las veces que hemos sido unos luchadores en la vida nos puede servir en los momentos que dudemos de si lo haremos bien o no.
Sé que estas palabras de alguna manera resuenan en ustedes, no estamos acostumbrados a amarnos incondicionalmente. Podemos decidir amarnos o no, sin embargo el camino queriéndose bien es más bonito. 🙂
Psicología Holística
Ilustración: Julia Sanz