En la actualidad muchos perros son abandonados o eutanasiados por problemas de comportamiento. Por lo tanto, cada día hay más preocupación por la salud mental de nuestras mascotas, ya que los trastornos que se presentan son devastadores para los caninos y su entorno, además los procesos involucrados aún son poco entendidos y muchas veces incluso se desconoce que muchos de ellos tienen tratamiento.
Por otra parte, aún no es totalmente aceptado el hecho que los perros puedan tener alteraciones en su comportamiento sin una afección física e incluso muchas personas dudan de la veracidad de los médicos que se dedican a su tratamiento: los etólogos, quienes serán los encargados de trabajar en conjunto con su veterinario a la hora de ejecutar un tratamiento para estas afecciones de comportamiento.
¿Cuáles son los signos que puede tener mi perro?
Cuando el entorno de tu perro varía, existen modificaciones en su comportamiento para poder adaptarse. En las patologías comportamentales el animal responde a su entorno de manera constantemente alterada, es decir no tienen capacidad de adaptarse y se expresan de diferentes formas clínicas, siendo algunas de las más comunes:
Sensibilización: aumento del miedo, donde el perro incrementa la vigilancia y la reactividad. Es el perro que muchas veces muerde como reacción a un movimiento que nosotros consideramos “normal”, ya que él posee una hiperreaccion a estímulos, guiado por su miedo.
- Inhibición: no hay capacidad de reaccionar frente a los estímulos. No es reversible y no permite la adaptación.
- Instrumentalización: rigidez de secuencias de comportamiento.
- Involución: reacciones afectivas sin control, agitación, retraimiento y reaparición de conductas infantiles.
Además, hay fenómenos fisiológicos o patológicos que pueden agravar estas manifestaciones como son: vejez, alergias, inflamación y algunas enfermedades endocrinas como hipotiroidismo y chushing.
¿Qué enfermedades pueden tener?
De acuerdo al Prof. Dr. Rubén Mentzel, Médico Veterinario especialista en Clínica y Etología de Caninos y Felinos; las diferentes enfermedades se podrán identificar porque tienen uno o más de los signos antes mencionados, siendo las que vemos con mayor frecuencia:
- Fobia: Hay una producción de miedo excesivo al ser expuestos a uno o varios estímulos específicos.
- Ansiedad: Aumento de la probabilidad de desencadenar reacciones emocionales análogas al miedo, en respuesta a cualquier cambio en su ambiente. No hay autocontrol ni adaptación.
- Depresión: Hay una disminución a la receptividad de los estímulos.
Distimia: alteraciones del estado de ánimo, con fluctuaciones imprevisibles. Hay impulsividad, estereotipia (movimientos o posiciones repetitivas), alteración de sueño y del apetito.
- Estado de instrumentalización: rigidez del comportamiento que perdió su organización y la especificidad de su respuesta. La más común es la instrumentalización de la agresividad, generalmente por miedo o ansiedad.
¿Tienen tratamiento?
La respuesta es sí. Sin embargo dependerá en gran medida de la capacidad de diagnóstico que tenga tu veterinario. Si ves algún signo que te haga sospechar de algún trastorno de conducta coméntale a tu médico de cabecera para que pueda derivarte con un etólogo.
La terapéutica está basada en técnicas cognitivas conductuales de modificación del comportamiento. Además de la modificación (o enriquecimiento) ambiental y el uso de psicofármacos. Cada terapia es individual y hecha de acuerdo a las necesidades del paciente y su dueño.
En mi próxima nota ahondaré en la depresión, sus signos y cómo enfrentarla.
Mariana A. Mesa T