¿Cuándo te vas al trabajo tu perro te mira con cara de pena? Pero apenas cierras la puerta empiezas a pensar ¿Qué romperá hoy? ¡¿Será un zapato, una planta, un sillón?! Y efectivamente al volver hay algún desastre esperando y tu perro recibiéndote con muchos saltos, aullidos y muestras de felicidad… Eso es lo que los veterinarios llamamos Ansiedad por separación.
Este es un trastorno del comportamiento que tiene su origen en que los perros han vivido siempre en manada y en general pasaban incluso más del 80% del tiempo acompañados, sin embargo, en la actualidad esta realidad es muy diferente. Se da especialmente en aquellos perros que viven dentro de la casa y a los que se ha acostumbrado a estar muy cerca afectivamente de sus amos.
¿Cómo lo identificamos?
Son perros que pueden “reconocer” que vas a salir mucho tiempo antes que lo hagas, te siguen a todas partes y te miran con “cara de pena”. Cuando están solos es como si pensaran: “¡Ahora me voy a vengar!” Y van por tu mejor par de zapatos y lo hacen trizas; o esa cartera de cuero que combina con todo y queda buena para nada; o alguna planta, o las pantuflas, o el sillón, o cualquier cosa que esté a su alcance. Además pueden ladrar o aullar la mayor parte del tiempo que están solos y también orinar en distintas partes de la casa. Al volver del trabajo ellos te reciben como si fueras la reina de Inglaterra, con muchos aullidos de felicidad, entusiasmo extremo e incluso algunos se orinan de emoción. Cualquier perro que se comporte de esta manera podría ser diagnosticado con este trastorno, así que llévalo con tu Veterinario para que te pueda ayudar.
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¿Qué puedo hacer?
Siempre llévalo con su veterinario para que descarte cualquier problema físico y además pueda guiarte en el manejo de tu mascota. Puede que te derive con algún etólogo.
Algunos tips que te pueden ayudar:
– No te despidas, el rito de la despedida es algo que los humanos tenemos en nuestra cultura, pero los perros no lo necesitan. Cuando vayas a salir sólo sal, no te muestres ansiosa, no le hagas cariño y no le des gran importancia. De esta forma tu perro sentirá que es algo “normal” y no que te marcharás para siempre.
– Llévalo a pasear, antes de salir puedes sacarlo a dar una vuelta y cuando vuelvan a casa ofrécele agua y comida a modo de compensación y luego sal de tu casa siguiendo el consejo anterior.
– Premia su calma, cuando vuelvas a casa no le hagas cariño a tu perro hasta que esté calmado. Cuando salte, ladre y corra a tu alrededor no lo consideres. Una vez que se calma, hazle cariño y puedes darle una galleta para perros para que comprenda que tendrá tu atención cuando esté tranquilo y no en su ansiedad.
– Hazlo paulatino, lo ideal es que lo dejes solo de forma pausada. Ojalá no inmediatamente 8 horas, sino empezar con 2, luego 4, etc. Si vives sola es más difícil e incluso tal vez debas pedir ayuda a algunos amigos y/o familiares. Pero te aseguro que el fin lo amerita.
– Déjale distracciones, Deja algunos juguetes entretenidos, ojalá blandos y que suenen; puedes ponerle una fuente de agua o dispensador de comida; también puedes usar un kong para que se entretenga al comer, o deja comida en distintos plantos en distintos lugares de la casa. Todo sirve, así que ¡haz correr tu imaginación!
Si tu cachorro tiene ansiedad por separación es bueno que sepas que tiene solución, sólo pide la ayuda correcta y por ningún motivo castigues a tu mascota. Guíalo desde el amor y la comprensión. Después de todo se parecen bastante a nosotras cuando necesitamos que otros nos ayuden a realizar cambios en algún comportamiento tóxico, ¿no crees?
Mariana A. Mesa T