Cuando lancé mi web estuve alrededor de un mes postergando escribir en mi blog el primer post. Mi mente daba un montón de excusas, como que aún faltaban detalles, que aún mis fotos no estaban tal cual como yo quería, que no sabía bien sobre qué escribir y, ahora, 2 años después, me doy cuenta que era miedo a equivocarme, a adquirir nuevos desafíos y esa voz crítica que me hacía enfocarme en lo que me faltaba, en vez de en todo lo que había logrado hasta ese momento, y es ahí, justo ahí! donde quiero detenerme.
A lo largo de los años, en mi trabajo con mujeres que quieren empoderarse y brillar profesionalmente, he observado un rasgo común, excesiva autoexigencia y constante autocrítica.
«Siento que algo me falta»
Lo he oído durante años, «nunca es suficiente», «sí, he avanzado, pero me falta», «debo esforzarme más, pues no doy el ancho»; es como si la mente siempre estuviera puesta en el futuro, en aquello que aún no hago, aún no logro, aún no comprendo… y nos vamos en un espiral de dureza hacia nosotras, de ansiedad, de culpa y entonces nos sobre exigimos, generamos acciones para aliviar momentáneamente esas emociones y nos envolvemos en un circulo vicioso de no Gratitud hacia nosotras mismas.
¡¡Mirar hacia aquello que nos falta es desconocer el valor de lo que somos!!
La buena noticia… esto es un hábito, así me gusta llamarlo, porque si generamos ciertas acciones podemos darle la vuelta y crear el hermoso hábito de agradecernos.
Agradecer es mirar todo aquello que ya hemos logrado y avanzado, agradecer nos permite mirar con confianza hacia adelante, es aprender haciendo.
«Me agradezco por…»
¿Te animas a realizar un ejercicio que te permita conectar con el hermoso hábito de agradecerte?
Si tu respuesta es sí, busca un cuaderno sólo para este propósito.
Durante 21 días escribirás tres razones por las cuales te agradeces, fundadas en acciones que hayas realizado por ti o por otros durante el día.
¡Ojo! puede aparecer una voz que cuestiona lo que haces, que te diga que nos es suficiente, que cómo te agradeces por algo tan básico, que deberías hacer cosas más grandes por ti o por los otros.
Dile amorosamente que este no es su momento, que cuando agradeces no hay espacio para ella, en este nuevo espacio de gratitud cada acción vale, por más pequeña que parezca.
Espero lo practiques!!
Un abrazo
Isidora Serrano
Psicóloga Clínica UC
Especialista en Autoestima Profesional en Mujeres