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21 mayo,2019

Candelaria Pérez: ¿Dónde estaban las mujeres en la Guerra?

by Camila Cruz

21 mayo,2019 - Lideresas, Política y Educación Cívica

Candelaria Pérez: ¿Dónde estaban las mujeres en la Guerra?

No fuimos tan mencionadas en la historia, no tenemos estatuas ni muchos honores, si teníamos que pelear en la guerra era “disfrazada de hombre”, la historia la escribieron ellos.

¿Dónde estábamos Nosotras?

Grandes heroínas nos abrieron el camino a todas. (A raíz de esto les recomiendo el libro de la historiadora María José Cumplido, “Chilenas”). Hoy 21 de mayo recordando el Combate Naval de Iquique (1879), he escuchado todo el día: “Arturo Prat, Arturo Prat”, que sin duda fue tremendo héroe, sencillo, valiente y con mucha conciencia social, pero me pregunté: ¿Cuándo empiezan a aparecer las mujeres en la Guerra?.

Cantineras: desde lo doméstico hasta el campo de batalla

Eran parte del ejército, cumplían un rol  de gran importancia, ya que curaban a los soldados enfermos y heridos. Lo de cantinera proviene de cantina, ya que les daban de comer y lo que necesitaran para sumar fuerzas. Iban entre 1 o 4 por batallón y estaban autorizadas por el Gobierno chileno, ya que sentían gran amor por la patria.

Todo partió con Candelaria Pérez, la que sentó bases para que años más tarde mujeres como la “fiera” Irene Morales (primera mujer-soldado que batalló en Tacna arriba de un caballo, fusil en mano, gritando “VIVA CHILE MIERDA”) hicieran crecer el fervor y prendieran a otras mujeres para ir al norte a luchar, iniciando así una travesía única.

Algunas fueron tan guerreras que no solo quedaron como cantineras, sino que fueron ascendidas a sargento. ¡Porque si una puede, todas podemos!

Sargento Candelaria Pérez: 1ª mujer soldado

Una mujer que cumplía doble rol: guerrera y enfermera. La heroína de la guerra contra la Confederación Perú Boliviana (1836 -1839).  Nació en La Chimba, un barrio de origen humilde, hija de padres artesanos.

Se fue en 1833 a trabajar de empleada doméstica a Perú, luego de eso emprendió y puso su propia fonda, pero justo se desató la guerra y quiso apoyar al país. Le fue negado el permiso por ser mujer. Imaginen el nivel de machismo de la época. Entonces… ¿saben qué hizo? Se disfrazó de hombre y se convirtió en espía en terreno, la pillaron y cayó presa.  Yo la encuentro bacana ¡Ejemplo de choreza!

Esta mujer tuvo tanto mérito por Chile que cuando fue liberada el General en Jefe, Manuel Baquedano, supo de sus hazañas y la autorizó oficialmente para que fuera Sargento. En el campo de batalla demostró ser astuta y valiente, preparó emboscadas y combatió en terreno. En la batalla de Yungay dirigió a su tropa fusil en mano.

De regreso a Santiago, y liderando su pelotón de hombres, fue una de las más aplaudidas.

A partir de esto me pregunté: “Cabras: ¿La contienda es desigual? Y para Nosotras un poquito más ¿cierto?. Por la equidad de género hoy quise destacar el rol de las mujeres en el campo de batalla ✊🏻: de cantineras y sargentas, quienes abrieron paso a todas las que hoy ejercen esta profesión.

Mujeres que inspiran:

¡A ser valientes!

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