fbpx

21 noviembre,2020

Autoexigencia: Conecta con tus emociones y practica la compasión

by Camila Cruz

21 noviembre,2020 - Uncategorized

Autoexigencia: Conecta con tus emociones y practica la compasión

¿Sientes que tu autoexigencia es fuente de insastisfacción?

Muchas veces somos nuestras peores críticas, frases como: “no soy suficiente”, “podría haberlo hecho mejor”, “no me lo merezco” u otras similares son parte de nuestro diálogo interno, palabras que jamás le diríamos a las personas que amamos, entonces ¿por qué sí a nosotras?

Es momento de manejar tus emociones, no temer al error, no tener verguenza de hablar de tus logros, opinar sin miedo y jamás guardarte tus valiosos aportes, transformarlos y crear.

Conversamos con Isidora Serrano, Psicóloga Clínica y especialista en autoestima profesional de mujeres https://isidoraserrano.com/ , quien nos contó los resultados que entrega su programa “Cómo sentirte feliz y segura con tu carrera”, impactando a mujeres  en positivo a través del uso del lenguaje y ayudándonos a empoderarnos y “creernos el cuento”.

 

1.- ¿Por qué crees que las mujeres somos tan sobre exigentes con nosotras mismas?

Sin duda hay un patrón cultural que influye en ello. Somos criadas hacia la perfección y eso va generando en nosotras un diálogo interno de constante autocrítica y Autoexigencia que repercute en nuestra valoración y desempeño en muchas áreas de nuestra vida.

Desde ese lugar vamos construyendo una forma bien particular de relacionarnos con nosotras mismas, nos acostumbramos a la autoexigencia excesiva y la autocrítica constante, nos sobrecargamos y nos exigimos para sentirnos buenas en lo que hacemos.

Y es que los estereotipos de género, la exigencia social hacia las mujeres ha repercutido tan profundo, que tocan también nuestra valoración y autoestima.

2.- ¿Cuáles son las mayores cargas que llevamos hoy en nuestras espaldas?

Las exigencias son desde los otros y también de parte de nosotras mismas como estar delgadas, vernos bien, ser inteligentes, buenas, grandes amantes, madres ejemplares, profesionales exitosas, buenas amigas, saber cocinar, vestirnos bien, manejar ciertos conocimientos sobre algunos temas, ser educadas, amables, etc.

A lo largo de nuestras vidas nos toca demostrar y esforzarnos el doble para que quede claro que somos buenas en lo que hacemos y que lo que hemos logrado ha sido por nuestros méritos y no por cómo nos vemos o porque nos han ayudado.

Queda entonces la sensación en nosotras de no ser lo suficientemente buenas y eso nos lleva a estar en una constante exigencia hacia nosotras.

3.- La procrastinación también viene desde la perfección, dejamos muchas cosas para después o no lo hacemos por temor a no hacerlo perfecto… ¿cómo nos desconectamos de esa voz interna?

Es muy importante cuando estemos detenidas por mucho tiempo en una actividad o evitándola, tomar conciencia si esto tiene que ver con un excesivo perfeccionismo, que finalmente es miedo a equivocarnos y a no ser suficientes. Es vital que comprendamos que todos sentimos miedo al error, que está bien sentirlo, porque de manera funcional nos cuida.

Negarlo y negar la voz crítica en nosotras no sirve, es importante escuchar y tomar conciencia de ello. Distinguir de qué busca cuidarnos, tomar acciones si es necesario, pedir ayuda. También reconocer que en la gran mayoría de los casos somos poco objetivas con nosotras. Se trata de aceptar este aspecto perfeccionista y a la vez fortalecer un lado más objetivo y que estos dialoguen entre ellos. Mientras más negamos la voz crítica y el perfeccionismo, más crecen.

4.- ¿Cómo reacciona el cuerpo ante esa presión por ser perfecta?

Las manifestaciones pueden ser muchas y todas asociadas al estrés. Insomnio, colón irritable, alergias a la piel, dolores musculares. Dificultad para concentrarnos, focalizarnos, tomar decisiones y planificarnos.

5.- ¿Qué elementos positivos nos acercan a desconectar la mente?

Creo que el primer y más importante elemento es la aceptación y la práctica de la compasión con nosotras. Muchas veces veo a mujeres que se critican por criticarse y eso es más de lo mismo. La invitación es a un cambio de mentalidad, asumiendo que somos humanas y que eso nos hace tener “malos” momentos y está bien que así sea. El error es humano y es una oportunidad de aprendizaje.

La práctica de la meditación puede ser super potente, no se trata de estar 15 minutos con la mente “en blanco”, si no que darnos un par de minutos al día para conectar con nuestra respiración. Esto puede hacer una gran diferencia.

Conectar con nuestras emociones puede ser de gran ayuda, nos han enseñado a reprimirlas y estas son tremendas mensajeras. No es que reaccionemos desde ellas, pero sí que nos preguntemos qué nos muestra la ansiedad o la rabia que sentimos.

6.- ¿Cómo podemos mejorar nuestro lenguaje interno?

Compasión, compasión y más compasión. Preguntarnos si le hablaríamos así a alguien que amamos.

7.- Si tuvieras que decirnos un mensaje a Nosotras ¿cuál sería?

Creo que la mayor revolución de todas es la práctica de la compasión, salirnos de la lógica competitiva y patriarcal, para entrar en un espacio de mayor gratitud, ternura y cuidado.

Suena ingenuo, pero para mí es un acto político, que busca desafiar las formas establecidas. Finalmente “Si cambias la relación contigo, cambias la relación con el mundo”.

Deja un comentario

comentarios